Una responsable de departamento atiende a una llamada de un proveedor, escucha la oferta que le plantean, mientras, continua con su informe anual presupuestario que debe presentar en pocas horas. Justo después de la presentación, debe recoger a sus hijos del colegio y llevarlos a casa para empezar otro rol dentro de su rutina diaria. La profesional, por distintos aspectos laborales y personales, combina una doble vida en la que aspira a conseguir una conciliación estable. Junto con su experiencia, existe otra capacidad que ha sabido desarrollar para poder sobreponerse a la aventura diaria que supone su día a día, la policronía.
El origen etimológico se remonta al griego, en el que poli se traduciría por «muchas» y por la otra parte, chronos sería traducido como «tiempo», dando como resultado un concepto relacionado a hacer muchas tareas al mismo tiempo. Por otra parte, existe el concepto contrario que responde a la palabra monocronía, que solo puede hacer una cosa a la vez. Ambos conceptos son derivados de la cronémica, ciencia que estudia los significados, el uso de la comunicación y el tiempo.
La cronémica también analiza todos aquellos aspectos relacionados con el manejo del tiempo, basándose en aspectos organizativos del mismo. Por otra parte, refleja los problemas de comunicación centrados en la conducta comunicativa del emisor y receptor. La comunicación no verbal son los estímulos contextuales de comunicación, por lo que dos participantes con distintas culturas perderán este nexo de unión. Según distintos profesionales, en una conversación, sólo el 35% del mensaje se transmite por medio de las palabras, y el resto mediante la forma de hablar, moverse, gesticular y manejar las relaciones espaciales.
La efectividad entre las relaciones profesionales dependen, en cierta medida, de las habilidades cronémicas. Si rescatamos el ejemplo del primer párrafo, la profesional puede cruzar algunos conceptos de los distintos campos en los que está interactuando, por lo que el mensaje a transmitir se vería sesgado o incorrecto. A raíz de estas habilidades se puede clasificar a los profesionales como policrónos o monocrónos, remarcando claramente que no existe relación alguna con la inteligencia o la capacidad de decisión del empleado. Todos estos elementos comentados anteriormente, demuestran que los poseedores de este tipo de capacidad tienen una gestión del tiempo mucho más eficiente.
La optimización de este recurso puede ser clave para muchos aspectos del día a día en una compañía, tanto a nivel externo como interno e incluso como satisfacción personal.