En círculos empresariales, sobretodo en PYMES, es muy común oír la afirmación sobre el gigante asiático, China, y sobre su despertar económico en el mundo Occidental. Por otro lado, a nivel mundial existe una cierta preocupación por el choque que supone la influencia de esta economía tan poderosa.
Aún sin conocer todos los sectores en los que afecta microeconómicamente, la sensación que produce la república popular es que su ímpetu por entrar en todos los mercados y segmentos occidentales está descendiendo. Las distintas causas que desde esta parte del mundo podemos predecir se basan sobretodo en el intervensionismo del gobierno, por una parte, y por sus diferencias internas. Éstas reflejan que siendo el segundo país con mayor Producto Interior Bruto total, ocupan la posición nº 108 si se observa desde la perspectiva nominal.
Aunque los datos anteriormente señalados son siempre orientativos, muestran las grandes diferencias que existen en un país que está, o estaba, llamado a ser la nueva primera potencia mundial, desbancando a los Estados Unidos. Otro factor nombrado anteriormente es el intervensionismo por parte de las Administraciones Públicas del país. Éstas siguen unas directrices muy severas por parte de la organización central, reflejándose en el boicot que reciben páginas Web de origen occidental, la obligatoriedad de participar en una Joint Venture para poder abrir negocio o sucursal en el país, la presión social sobre el totalitarismo de la Administración. Asimismo, parte de su crecimiento está basado en inversiones extranjeras ofreciendo paquetes fiscales beneficiosos como reclamo.
Aunque sigue siendo un gigante enorme, desde Occidente se está menospreciando su capacidad para ser la primera potencia mundial precisamente por su aletargado despertar, que hasta el momento está resultando ser progresivo y a pasos cortos. La mayoría de sectores observan como las empresas de origen Chino van ganando terreno y, cada vez más, se preparan para dar el salto definitivo. Ante tal evolución, los mercados occidentales intentan responder identificando el poder de esta nueva economía: competitividad y desconocimiento.
Fuente: www.indexmundi.com (datos económicos 2006).