La expresión “Tiene trabajo por la cara” nunca antes podría haber sido tan acertada, ya que muchas empresas están aplicando un método revolucionario en la selección de personal: la Morfopsicología, la ciencia que estudia las aptitudes personales en base a las facciones de los rostros. En un proceso de selección, el técnico puede sostenerse en algunos rasgos faciales que le definan aspectos tales como la inteligencia potencial, la capacidad de trabajo en equipo, o sus habilidades comunicativas.
Al concluir con cualquier entrevista al posible candidato, se le pide la aprobación para tomarle una fotografía de su rostro. Mediante la imagen captada, se transmite la imagen a un profesional Morfopsicólogo que ofrece sus puntos de vista. Todos estos procesos no tienen como objetivo eliminar la operativa tradicional en la selección de personal, sino más bien complementarla y hacerla más eficaz.
Utilizar la Morfopsicología para el “psicoanálisis inmediato” complementa a la perfección una minuciosa selección de personal, según cada puesto de trabajo ofertado. En todos los casos estudiados con anterioridad, la efectividad de estas técnicas ha llegado a ser de un 95%. Por ejemplo, si se precisan empleados con carácter claramente orientado a la venta, se omitirán candidatos con rostros abruptos, o con mandíbulas excesivamente irregulares o pómulos abollados, ya que delatan ciertas carencias en habilidades diplomáticas, vitales para la acción de venta.
Muchas organizaciones empiezan a contar con estas técnicas como modelo básico en la identificación de las aptitudes y capacidades de sus trabajadores o futuros empleados. Por otra parte, existen muchas Jefaturas de Policía de distintos países que, junto con el Morfopsicológo, elaboran una acusación o defensa de cara a un juicio, aumentando las aplicaciones de esta herramienta.
De este modo, cuando tengan una entrevista de empleo, pongan buena cara.
Fuente: El Mundo (Web) Suplemento Crónica Enero 2008