La incorporación de las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) es un elemento indicativo sobre el grado innovador que una empresa dispone, transmitiendo con ello una imagen de empresa aplicada a los nuevos tiempos. Las TIC representan un factor diferenciador sobre la competitividad de las empresas, contribuyendo a incrementar su eficiencia y el nivel de penetración en el mercado. Éstas nuevas tecnologías se han convertido en componentes esenciales para el desempeño eficiente de las empresas, y por ello, las decisiones relacionadas con dichos proyectos adquieren mayor complejidad. Como objetivos principales buscan aumentar la productividad y la eficiencia en el servicio, y a su vez, reducir costes o mejorar el acceso a la información, conceptos muy cercanos a la definición del propio Marketing.
En sentido general, la información es un conjunto organizado de datos, que constituyen un mensaje sobre un determinado ente o fenómeno. Al tener que solucionar cualquier tipo de problema o tomar una decisión, empleamos diversas fuentes de información, y construimos lo que en general se denomina conocimiento o información organizada, de modo que el valor generado es gracias a su tratamiento y empleo posterior. Internet ha contribuido a que la información sea de fácil acceso y que aumente su volumen de forma considerable. El crecimiento de distintas redes de transmisión de datos han desarrollado un gran centro informativo disponible desde cualquier lugar.
La aplicación de éstas herramientas en las empresas se basa en intentar asumir el mínimo riesgo posible, por lo que cualquier acción estratégica o táctica, debe de tener una parte justificada mediante la información del sector, de la competencia, etc. Por otra parte, a niveles de usuario también se encuentran demostraciones de la influencia de éstas nuevas tecnologías. Un ejemplo se encuentra en los buscadores online, siendo los tres primeros resultados de una búsqueda los que más valor aportan con respecto el total.
Manuel Castells, autor de «La era de la Información» e impulsor de las nuevas tecnologías aplicadas a la comunicación, afirma que la relación entre evolución económica y sociedades de la Información funciona como un motor cultural, económico y social siendo la evolución natural de las sociedades industriales. Ante tal crecimiento exponencial de cantidad, calidad y disponibilidad de información, entran en juego factores externos que influyen en su recepción. La posible manipulación de la misma se presenta como la mayor amenaza para las partes interesadas en ella.
Fuente: «La era de la información»; sinopsis de la trilogía (edición de Alianza Editorial); Manuel Castells.